Al final,
se trata de ti.
De tu pesimismo comercial.
De tus caprichos totalitarios.
De tu indignación panfletaria.
De tu insistencia en ponerle esqueleto a lo que no lo tiene.
De tus derrotas anticipadas.
Lágrimas negras
corren por las cicatrices
de tu cara
y se mezclan con tus acuarelas.
Los pájaros carpinteros del mundo estarían orgullosos
de ti.
Yo lo estoy.
Siempre.
Eres mi heroína,
de la forma en que te gusta
y de la forma en que no.
Se hace tarde.
Ya va a amanecer,
así que
limpiémonos el barro de los zapatos
y esculpamos tazones y ceniceros.
No te preocupes por lo que piensen.
Los ojos de todo el mundo son como colillas de cigarro, encendidas.
Y tu obra siempre será una espalda desnuda.
Acostúmbrate a ese olor a ceniza y carne quemada.
Nunca les gustaremos.
Pero, vamos a crear.
Si creamos juntos,
creemos juntos.
"Ojalá mañana haga mucho calor".
Al final,
se trata de ti.
Al principio,
también.
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