sábado, 12 de agosto de 2017

"Siempre fuimos inmigrantes"

"..curioso que mientras los negros gringos cantan sus penas,
los negros latinos bailamos las nuestras."

Mañana es tu cumpleaños y te diste cuenta que crecer
significa menos gente que recuerde el día en que naciste.
Los amigos se nos van o se nos mueren.
Pero tranquilo, nosotros también somos inmigrantes.
Siempre fuimos inmigrantes.
Te lo gritaba el precio del pan cuando
hacías una cola de tres horas.
¿Qué es lo que duele?
¿El tiempo perdido
o el desgarro famélico?
Siempre fuimos inmigrantes.
Foráneos de narices sucias pegadas al cristal
del centro comercial.
O famélicos de aire acondicionado en nuestras casas.
Inmigrantes.
Huérfanos de padre y madre.
Hijos únicos en la parada del autobús.
En la cola del banco.
En el oncológico.
Inmigrantes sin salir de casa.
En la soledad de nuestras propias islas.
La quimioterapia es una isla.
La leucemia de Iván es una isla.
La botella de ron es una isla.
El padre llora ron y se bebe las lágrimas.
La madre se quiere matar antes de que le llegue
la hora de morirse.
Los niños no tienen tiempo para equivocarse.
Los jóvenes no tienen tiempo.
Siempre.
Siempre.
Casas muertas donde agonizan hogares.
Las venas negras no se terminan de desangrar.
Los payasos no terminan de contar sus chistes.
Somos muchos los que estamos solos.
El que dice que se va es porque ya se fue, a menos que
traigas el extranjero y se lo pongas en los pies.
Abrimos las ventanas pero nuestros hermanos están
demasiado lejos para poder verlos.
¿O somos nosotros los lejanos?

*favor de abordar por la puerta..*

Siempre fuimos inmigrantes
pero la esperanza emigró antes.

viernes, 19 de agosto de 2016

"Cincuenta minutos tarde"

Hace tiempo que no escupo las palabras
Y solo he escrito ejemplares sintácticos
Entonces decido hacerlo hoy
Pero estás en mi cuarto
Y me tapo los ojos con una gasa para poder estar solo

(ya sabes, necesito privacidad)

Se supone que tengo que escribir algo que valga la pena
Pero se supone también, que la felicidad nunca ha parido una gran historia
Y ya no estoy triste
Entonces decido reír pero tu risa opaca la mía

(Si en esta alucinación tuviéramos vecinos, ya se habrían despertado)

Entonces decido dibujar confiando en que tus paleta de colores pasteles no dejará que mis líneas se mueran de frío
Pero se supone también, que la felicidad nunca ha parido una gran historia
Y ya no estoy triste
Entonces esto de escribir sin depresión es como masturbar el ingenio
Y hay pajas que son la gloria
Entonces esto de soñar con lirios y nebulosas es como tragar papel en el campo
Y ya sabes a lo que me refiero

La venda está empapada de lágrimas
Pero no quiero que te des cuenta
Es solo, que sí es una historia triste después de todo.

Se murió la tristeza.

lunes, 11 de julio de 2016

"Película"


“I'll let you be in my dreams if I can be in yours”

—Bob Dylan.
hay una película que tiene todo lo que te gusta:
    lunas como empanadas
y besos que duermen los labios
    lluvias que ralentizan el tiempo
y dedos de foami
    orgasmos ciegos
y promesas de tinta violeta.

quizá me equivoqué de película como me equivoqué al pensar que no mirabas
                                                          pero es que mi mente estaba ocupada
                                            tratando de no usar la palabra demasiado pronto.

aunque el pronto es pasado cuando sustituimos lo verbal por el hecho
                                                                     (y el hecho es que te [la palabra                                                                                        demasiado pronto])
a lo oral no lo sustituye nada porque el todo es la vida
y la vida es una azotea cuando estoy contigo.

demasiado pronto es un hoyuelo al lado de la comisura de los labios
    pero nunca un mechero lleno de flores

así que prende en candela la nebulosa
y que el humo cubra las dudas y el tiempo
porque las películas que se interrumpen para agarrarse de las manos

son las que nunca se acaban.


sábado, 18 de junio de 2016

"Moscú"

Él le dijo que no escribiría sobre ella. Ella dijo que estaba bien, que no creía que sería especial de todas formas. Tranquila, no escribiré sobre tí. Te lo prometo. Ella ladeó su cabeza, se acercó a él y lo besó. No movía mucho la boca ni usaba la lengua. Es una niña después de todo, pensaba él mientras le mordía el labio inferior. A modo de confesión ¿para qué soltar ese labio? La miró. Dos hermosos ojos cafés con manchas de ternura. Recordó una película de culto que había visto. Yo creo que el mundo moderno es un mundo de consumo en el que nunca agotamos toda la potencialidad del objeto. Nos venden lo efímero. Ella lo miró. Siempre tienes que arruinar tus momentos cursis, ¿cierto? Era evidente. No escribiré sobre tí. Pero sí escribiría sobre ella. Ella lo sabía como sabía que sí sería especial. Afuera llovía pero más cierto era que lo que tenían sería especial. Pero él no lo sabía. Todavía no, pensaba ella. Tenían puesta una película mala de las que usan diálogos forzados. Él amaba esas películas. Él la besó. Sus besos eran una película de culto. Ella era el tipo de chica que adoraba bailar pero que aprendió a amarrarse los zapatos después de los veinte. Él estaba más cerca de los treinta pero se sentía de quince cuando la besaba. No escribiré sobre tí, mentía. Afuera llovía o tal vez no. No importaba. Ella creía que a él no le importaba y por eso decía que a ella tampoco. Pero sí le importaba. No creo que vaya a ser especial, mentía. Él no podía apartar la mano de la cintura de ella. Era su lugar favorito en el mundo, después de Moscú. Había viajado un par de veces [ en sueños ]. Él tomó su guitarra e improvisaba acordes flojos. El sonido del níquel contra las yemas de sus dedos mientras cambiaba de acordes era su favorito en el mundo, después de la risa de ella. Todo es efímero, dijo ella. Todo se acaba, pero lo efímero es lo que se acaba más rápido, dijo él. La película terminó y él la seguía tomando de la cintura. Hablas más de lo que piensas y crees que eso es la sinceridad, dijo ella. Afuera dejó de llover o tal vez no. No importa lo que digas con palabras, dijo ella. Lo miró. Los ojos de él también eran cafés con manchas de ternura, pero brillaban más. Las cosas rotas también brillan. No escribiré sobre ti, mintió por última vez. Media sonrisa, como quien guarda un secreto entre sus dientes. Movió la cabeza hacia un lado. Él sabía que tenía un buen perfil y usaba la soberbia como máscara para sus emociones. Después de todo, no iba a ser especial. No sabía que sería especial. Estaré aquí sinceramente, dijo él. La miró. Se cayó la máscara. Se cayó la media sonrisa. Eso espero. Sino créeme que haré de tu vida una mierda, dijo ella. Lo besó. Empezó a llover en serio.

sábado, 4 de junio de 2016

"Malas palabras"

así que está el problema de que lo que observas cambie cuando lo hagas
la incertidumbre
pero desde la conciencia el observador es también lo observado, por lo que no hay dualidad ni problema
como una pintura de Leonid Afrémov
legendario cazador de crepúsculos
o cuando das lo mejor de ti y recibes una razón para no volver a hacerlo
o cuando mucha gente se te queda atorada en la garganta y a eso le llamas olvido

[ pero / y ] tomas todas las canciones que te hacen recordar y las metes en una botella que arrojas desde la azotea de un edificio, hacia una calle que no tiene mar
y el canto de los grillos le sirve de metrónomo al concierto de demonios que llevas en la cabeza

y está ella que, bueno..
es una promesa en medio de los escombros
una sonrisa dibujada con el dedo sobre el vaho de una ventana empañada
es bella, pero eso no es lo importante
lo importante son los detalles
la forma de caminar, con un paso torpe pero estético
la gracia de la única hoja viva que se resbala del techo del carro, cuando termina de llover
más que torpeza, ternura

el cabello negro, como los ojos, como el verdadero color del cielo
verdad en cada detalle
en un lunar
en una sonrisa
en su risa asmática
hay brillo pero a la vez no
es como un sueño, pero lúcido

dice que no fuma pero estoy seguro de que su lengua sabe a nicotina
y de que es de esas personas que cuando la agarras de la mano te acaricia con su pulgar, sin darse cuenta
entonces cuando la observo ella cambia a caos
se nebuliza de entropía
como el universo
donde hay nebulosas
como ella

y si este plano nació del azar y la entropía y el caos
estoy seguro de que esta última no puede ser una mala palabra.

martes, 15 de marzo de 2016

"Héroe de la clase media"

¿O como o estudio?

Mejor dibujo. Mejor escribo.

Mejor hago música y me ocupo en ser joven,
torpe e indiferente,
aunque el hambre y la muerte
no lo permitan.

No tenemos ni el tiempo
ni la oportunidad de enamorarnos
porque hay que hacer fila
por un paquete de harina.

¿O como o estudio?

Mejor dibujo. Mejor escribo.

Mejor viajo y voy a fiestas.
Mejor me embriago y me drogo.
Como mi madre,
llena de fármacos
por la quimioterapia.

De los que pudimos conseguir.
No hay medicinas en el narcoestado.

¿O como o estudio?

Mejor dibujo. Mejor escribo.

En la ciudad oxidada,
todo tiene precio
pero nada vale nada.

La verdad vale silencio,
la justicia vale una línea editorial,
y una muerte vale un carro.

Y la educación aumenta de precio, y se rompe
y la educación aumenta de precio, y se pudre
y la educación aumenta de precio, y me pregunto:
"¿O como o estudio?"

Mejor dibujo. Mejor escribo.

miércoles, 2 de marzo de 2016

"Veintinueve"

Escribir mientras esperas para escribir. Básicamente, en eso he basado mi vida. Creo que hago algo cuando en realidad solo estoy entreteniendome, mientras espero dar el paso. Mientras espero hacer.
"Entre-tener". Recuerdo cuando Cristóbal escribió eso. Se lo robé. "Entre-tener". Como ese momento en el que somos conejos con zanahorias guindando a centímetros de nuestras cabezas, y no-tenemos-nada. Hay una gran diferencia entre robar y plagiar. Uno plagia cuando no solo es mediocre, sino además cobarde, y con mano temblorosa coloca su firma debajo de la obra. Cuando robas todos saben que robaste. Que tienes las bolas de mostrarte ante el mundo como un ser imperfecto, envidioso y desesperado. Y del robo nacen nuevas cosas. Clapton le robó a Hendrix. Dalí le robó a Picasso. Todos le robaron a Kafka. El humano plagia. El artista roba. El escritor se entre-tiene, mirando hacia arriba, mientras no tiene nada. Mucho menos estilo.

El escritor no tiene estilo, tiene intenciones. A veces tiene intenciones de grandeza, y otras veces tiene intenciones de sentirse como una canción de Damien Rice. Yo tengo intenciones de ser un dibujo en una servilleta, pero casi siempre termino siendo una-quemada-de-cigarro-por-cada-vez-que-decidí-detener-el-dolor (y luego me arrepentí). Sin intención alguna, hay letras de canciones con caras de personas, pero los sonidos son los que se quedan todo el día en tu cabeza. Hasta que te desmayas del sueño con una sonrisa.

A veces la tinta no es suficiente. Quiero decir, el tres es la mitad del ocho, pero el tres es más incompleto que el dos.

"Deja de hablar como si estuvieras en una película".

Pero, ¿Por qué? Se puede ser radical hasta en la duda. Me refiero a que sus besos eran una película de culto. Y entonces, creo que mi sonido favorito es el de las yemas de los dedos cuando rozan el níquel. Cuando pasan de un acorde a otro.

Pero, ¿En qué parte de una ciudad donde no se pueden caminar sus calles, se halla el romance? En los pasillos oscuros de un centro comercial sin electricidad.

La electricidad la guardan los patéticos románticos en sus bolsillos. En una caja de cigarros. En un filtro manchado con lápiz labial color carmesí. El patriarcado dice que el chico no debería saber el nombre de ese color, pero también dice que no debería mirarla como la mira. Con la mitad de la sonrisa obstruyendo su visión. Con ojos cristalizados como los de un adicto a los alucinógenos. Pero ella no es una alucinación. Ni sus dientes, ni su cintura, ni el lunar vampiresco que inaugura su boca. Ellos tienen claras sus intenciones. Él está seguro, ella solo lo sabe. Por hoy, que el banco está cerrado. Por hoy, que Freud triunfó hasta en la temperatura. Que las calles se volvieron pasillos, y los alcoholes dos botellas de agua, es lo de menos. Se esperan para escribir(se), y en el medio, se entre-tienen.