sábado, 24 de enero de 2015

"En la última página del cuaderno verde"

En el radio de un átomo, está la pregunta a la respuesta que ya tienes.
Que si es el tiempo o la tierra lo que te ensucia la cara.

En la punta de un cordón de zapato está la historia de un niño tuerto.

Porque la justicia depende del color. Porque una maldita sopa no va a salvarte.

Pero si te engrapas tus alas justo alrededor del caminito de tu nuca, podrás entonces saltar desde cualquier cohete, comerte las mariposas que quieras. Y cuidarme.

Pues ni una turbina es más que tú y yo tomados de la mano.

Y mucho menos una nación en guerra, cuando tu risa cubre el sonido de las balas.

Estrafalaria concepción de “algo"

que la catástrofe y el desastre

saben exactamente QUÉ es.

"Día 6 ó 7"

Yo no puedo explicar el infinito.
No soy ese señor uruguayo.
Pero puedo decir que éramos infinitamente no-reales.

Desde mi habilidad para caminar inclinado hacia delante sin encorvarme.
Hasta el huesito que sobresale bajo su pecho.
Desde sus pies de monopolio.
Hasta mis ojos tristes.

Y un día me escribió un poema de dos palabras.
El papelito sudado decía: “Te todo.”
Me sentía su espejo.

Yo lo que pude hacer fue decirle, que seguramente nosotros ya existíamos aquí.
Pero que en otro plano éramos la película de alguien más.
Esa película que te da esperanzas de que no todas las paredes están llenas de mierda.
Y que ese alguien estaba viéndonos a través de una cortina de plasma convencido de que éramos ficción.

“Esas cosas no pasan”

(toma el control y apaga la utopía)

Allá éramos infinitamente no-reales.
Aquí nos todo.

"Todavía queremos independencia"

Me repugnan los kioscos de pobreza
que ensucian el paisaje de mi casa
sin embargo, no dudaré en venderte cosas vacías
el triple de su valor

cuando ella dijo que quería estar sola
hablaba en serio
como las bolsas de plástico, agujereadas
por donde se escapan el whisky y el ron

“soy un hombre de gustos sencillos”
dijo el payaso a quien nadie entendía

no.
no quiero pelear.
¿para qué?
si mi dios es tan falible como el tuyo.

no estamos en los 80's.
mucho menos en los 800's.
esto es incomprensible.
para cualquier neopositivista.
desencantado
de la violencia.

pero hay violencia
en el
schadenfreude
nacional

eramos
un elefante

pero
aquí estamos
los que creemos
inútilmente
los que resistimos
los que sentimos
pero
que
también
sabemos.

y
todavía
queremos
INDEPENDENCIA.