tratando de satisfacerlos, de gustarles.
por más seguridad que aparente solo soy una máscara.
todos buscamos reconocimiento.
claro, creemos en nuestra obra, pero queremos que otros también crean en ella.
(vean las películas de Charlie Kaufman)
no nos basta con lo que pensamos sobre nosotros mismos,
porque lo que pensamos sobre nosotros mismos es muy cruel.
nos aniquila,
nos despedaza.
y quedamos expuestos.
y no se trata de un sentimiento "pequeño burgués".
porque el colectivo, en ocasiones, también suele ser implacable.
muy implacable.
y nos ahogamos en este mar de seres sociales.
ahogados y encadenados.
como Prometeo.
encadenados a nosotros mismos.
no a la pena sino al miedo.
llevo ocho vasos de cerveza.
y aún no me siento mareado.
aún tiemblo.
y tengo miedo.
pero no puedo prometerles que en algún punto me vaya a sentir cómodo.
lo que si puedo prometerles.
es que
cada palabra que diga
será
atrozmente sincera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario