lunes, 27 de abril de 2015

"Segundo principio de la termodinámica"

Fiebre.
Las manos en el cuello, pero solo para comprobar la fiebre.
"No intentes nada peligroso"

Miedo.
Que lo que tu genio escriba
no vaya dirigido hacia mi.
Es como lo que dijo el director de la Orquesta de los Sueños
"Los sueños lúcidos son el fin de la memoria"
y yo que cada día despierto molido
porque en todos mis sueños estoy en guerra.

Antes de despertar, era yo el que iba perdiendo.

(suena el triangulo)

Un lápiz o un bisturí, da igual; escribir es hacer una incisión en la garganta.
Cualquier triste payaso con el corazón roto es un poeta; cualquier suicida es un filósofo.

Viaje.
Importa, pero más el lugar.
Al fin y al cabo
los gatos se ligan a los lugares,
no a las personas.

(vientos)

Sentir.
Cuando te digo que se me cae el mundo
no es literal
es que así se siente.

(metales)

En mi vida pasada
fuí un faquir.
Todavía siento
la cama de púas
en mi cuerpo.
Pero yo me acostaba
boca abajo.

(cuerdas)

(cuerdos)

Despedacémonos los ojos
con palabras
tuertos
cuando lleguen las oraciones
porque hay estigmas
que harían de Cristo
un colador.

Un amanecer de colores
en Buenos Aires

(ad lib/aquí es donde me tiro del obelisco)

Siempre duele el pecho
por culpa de la cabeza.

(cañón)

Una bala de cañón
atraviesa la factura
de olvido hacia el libro,
o el juego,
que inició todo.

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