hay costumbres a las que
nunca vas a acostumbrarte
nunca vas a acostumbrarte
como despertar temprano
un lunes por la mañana,
para lavarte el cabello
porque si lo haces la noche anterior
te dará gripe cuando te acuestes
o lavar ropa
ir al trabajo
ponerte la careta
del hipócrita responsable
del hipócrita responsable
cuando en realidad
solo quieres dormir
pero hay costumbres que nacen como bolas de nieve
que ruedan colina abajo
entre waffles de nutella
entre botellas de cerveza barata
entre "hortografía biolenta"
entre "hortografía biolenta"
entre acordes distorsionados
y melodías contorsionadas
y se van haciendo más grandes
entre galletas demasiado caras
entre cigarros consecutivos
(y sus consecuentes quemadas)
(y sus consecuentes quemadas)
entre los puentes y el vértigo
y la mitad de una barra
de chocolate
en el fondo de un bolso
de chocolate
en el fondo de un bolso
entre deshoras en el cine
entre canciones molestas que se quedan en tu cabeza
entre canciones agradables que se quedan en tu boca
que te cantan en la boca
que te cantan en el cuello
en la nariz (rota por dentro)
en la frente (rota por fuera)
en los ojos (solo rotos)
canciones que te cantan sin sonido
canciones que te cantan sin sonido
y con guitarras
de diez cuerdas
de diez cuerdas
hay costumbres que van rodando
y es mejor acostumbrarse
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